Tal vez el título suene sugestivo… pero sucede que, siendo el pensamiento una actividad propia del hombre, resulta que es el deporte menos practicado por el ser humano. Nos hemos acostumbrado a que otros piensen por nosotros sin medir las consecuencias.
Sin embargo, aunque no exista como una tarea obligada, de alguna manera u otra, siempre pensamos.
Se dice que hay tres motivos que nos llevan a ello:
Así es que, los que ya tenemos algunos años en la carrera de la vida, comprendemos muy bien de qué se trata, pero también sabemos que cada vez que atravesamos una crisis, después del primer momento de quiebre o dolor, asoma una oportunidad para construirnos como una persona diferente, con valores que nos da la resiliencia (capacidad que nos permite salir adelante a pesar de la adversidad).
Y en este ejercicio de pensar o co-pensar junto a otros, está la posibilidad de reconocer y colaborar con tantas personas e instituciones que, día a día, entregan su tiempo, conocimientos, esfuerzos para lograr el bien común. Recordar que la suma de voluntades positivas siempre arroja buenos resultados.
Finalmente, y cerrando este ciclo, quiero agradecer a la Dirección de la Nueva Voz Regional por las publicaciones y a todos los que leyeron mis notas, estimulando y acercando sugerencias que permitan crecer. Si pensar es seguir existiendo, invito a seguir pensando para mejorar nuestro lugar en el mundo.
Como bien dijo Descartes, “Pienso, luego existo”.
A manera de despedida, comparto con ustedes este pensamiento: “Insistir, si es preciso persistir, pero nunca desistir”.
Prof. Olga Beatriz Barra



