En su discurso tras su juramentación en el Congreso de Brasilia, Lula ha reiterado su voluntad a “reconstruir” el país con la ayuda de todos los brasileños. En efecto, ha vuelto a poner en el eje de su política la lucha contra la miseria y el hambre en el gigante sudamericano.
“El diagnóstico que recibimos del gobierno de transición es desastroso. Vaciaron los recursos de salud, desmontaron la educación, la cultura, la ciencia y la tecnología, destruyeron la protección del medio ambiente”, señaló el flamante presidente.
Lula ha puesto énfasis en que ninguna nación puede sobrevivir en condiciones de miseria y por ello prometió rescatar del hambre a 33 millones de personas y de la pobreza a unos 100 millones en total.