El Gobierno vivió la semana más turbulenta en estos casi seis meses. La renuncia, nada menos, del jefe de Gabinete en medio de denuncias internas de espionaje, y los casos de corrupción en el Ministerio de Capital Humano, que atraviesa además el escándalo de los alimentos secuestrados. Javier Milei pasó toda la semana de viaje, mayormente de estadía en Estados Unidos, y luego en El Salvador. El Presidente vuelve y ya tendrá otro gabinete.
Pero en el medio se impone un reseteo, que él mismo pronunció antes de partir. El primer fusible fue urgente: Nicolás Posse. No había tiempo para más. El Gobierno analiza hacer una denuncia por espionaje ilegal contra el exjefe de Gabinete. “Estamos esperando pruebas y lo vamos a hacer, no nos importa que haya sido Posse”, afirmó una fuente del entorno presidencial a El Destape.
Sin embargo, por ahora no hay denuncia pese a las acusaciones en off que hacen diferentes funcionarios de la Casa Rosada. Entre los perjudicados están ministros y hasta la mismísima Karina Milei. De su equipo salió la primera versión, que publicó El Destape como primicia el sábado pasado.
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a Posse por temor a un contraataque? ¿Tendrá audios de la AFI el exjefe de Gabinete que comprometan a los hermanos y por eso nadie lo denuncia ni lo termina de expulsar? En el Gobierno, una fuente de la mesa chica de esta administración confirmó que “Posse seguirá en la gestión, estamos viendo dónde lo ubicamos, creemos que será en un lugar para traer inversiones del extranjero”.
La semana que viene será anunciado el nuevo titular de la Agencia Federal de Inteligencia tras la escandalosa salida de Silvestre Sívori. Arribará ahora Sergio Neiffert y responderá plenamente a Javier y Karina Milei y a Santiago Caputo. Ya no estará en la órbita de Jefatura, como se dio con Posse.
Los casos de corrupción empezaron a aparecer temprano en la gestión libertaria. El centro es el Ministerio de Capital Humano, que ya acumula denuncias en la Oficina Anticorrupción por contratar personal que no trabajaba y ese dinero iba a sobresueldos de empleados bajo su órbita.
El apuntado y el chivo expiatorio fue Pablo de la Torre. En el Gobierno lanzaron una sugestiva frase. En off, un alto funcionario de Milei expresó: “Raro que en la denuncia que se hizo por los alimentos se nombra solo a Sandra Pettovello y no a De la Torre, que era el responsable de distribuirlos. Nada, ni una mención. Hace ruido eso”, dijo a este portal.
Lo concreto es que el Gobierno finalmente tuvo que reconocer que tuvo secuestrados durante 6 meses 5 millones de kilos de alimentos y que si no se presentaba aquella investigación de El Destape, esa comida se pudría en dos galpones. El contraataque de Milei ya está preparado: está armando una denuncia contra Victoria Tolosa Paz, la exministra de Desarrollo Social, por la compra de yerba.
El Presidente camina por la cornisa y se asoma a un reseteo total del Gobierno. En el horizonte se esperan varias bajas en el corto plazo. Mariano Cúneo Libarona (Justicia), que quiere dejar su cargo; Diana Mondino (Cancillería), cuyo futuro está atado al swap de China y si fracasa la echan; Luis “Toto” Caputo (Economía), quien debe resolver lo antes posible la salida del cepo; y finalmente Patricia Bullrich (Seguridad), ya que Milei la quiere de candidata del partido para ser diputada por CABA en 2025.
El Presidente prepara un tridente para presentar el año que viene en las elecciones legislativas. José Luis Espert como diputado de Provincia de Buenos Aires; y en CABA, Manuel Adorni senador y “Pato” a Diputados.
Pero antes Milei debe resolver una duda que sobrevuela en el Gobierno: ¿armar Gobierno con peronistas libertarios o con el PRO mileísta? Desde los canales no oficiales donde habitan periodistas ultraoficialistas que cenan con Milei a menudo en la quinta presidencial de Olivos presionan desde los medios para que “el León” se pinte de amarillo. ¿Estará Mauricio Macri detrás? Un entornista de Milei le responde a este medio: “Nosotros vamos a sumar a los que sea, del color político que sea, pero que sean los mejores en lo suyo y que apoyen las ideas de la libertad. No importa si son peronistas o del PRO”.
La llegada de Guillermo Francos a la jefatura, la ascendencia de Daniel Scioli, el protagonismo de Eduardo “Lule” Menem y la buena sintonía del Gobierno lograda con “la liga de gobernadores peronistas libertarios” Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Raúl Jalil (Catamarca) empieza a direccionar el volante del auto de Milei para un lado.