Las acciones en las principales bolsas del mundo registraron caídas como consecuencia de la aparición de una nueva cepa del coronavirus en el Reino Unido, más infecciosa que la primera, lo cual provocó temores entre los inversores por un nuevo daño a la economía mundial.
Si bien sobre el final de las operaciones las noticias de la aprobación de un nuevo paquete de estímulo económico por parte del Capitolio lograron moderar el escepticismo en Wall Street, dejando al índice Dow Jones en leve terreno positivo, esto no logró influir en Europa, debido a la diferencia horaria.
Así, luego de los topes históricos registrados la semana anterior, el índice industrial Dow Jones ganó apenas 0,1%, el ampliado S&P 500 bajó 0,4% mientras que el tecnológico Nasdaq cayó 0,1%, de acuerdo con registros de la agencia Bloomberg.
Los operadores se mostraron cautelosos frente a las noticias que llegaban al otro lado del Atlántico pero también iban tomando posiciones frente a una semana acortada por las vacaciones de Navidad.
La caída en el precio del petróleo crudo también ayudó a la baja del mercado en el sector de las energéticas y a medida que el dólar se fortalecía frente a otras divisas, también bajaban los rendimientos de los bonos del Tesoro.
No sólo la preocupación por la pandemia sino también las consecuencias de un Brexit sin acuerdo entre el Londres y Bruselas agregaba más incertidumbre.
Los negociadores superaron el plazo del domingo fijado, para finalizar las conversaciones, sobre los términos comerciales para la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Los inversores han centrado su atención en el progreso de esas conversaciones porque un Brexit sin acuerdo podría causar daño y una interrupción masiva en el clima de negocios de las empresas el día de Año Nuevo, a uno y otro lado del Canal de La Mancha.
Pero, el acuerdo alcanzado en el Congreso de los EE.UU., para aprobar una ayuda de 900 mil millones de dólares a empresas y personas, logró calmar las aguas.
La sanción de la ley se produciría en las últimas horas de hoy y contempla entre otras cosas, 600 dólares en pagos en efectivo, para la mayoría de los estadounidenses, beneficios adicionales para los trabajadores despedidos y otro apoyo financiero para la salud y educación.
El paquete de estímulo incluye unos 286.000 millones de dólares destinado a seguro de desempleo, beneficios federales suplementarios por desempleo pandémico, pagos directos para individuos que ganan hasta 75.000 por año y parejas que ganan 150.000 dólares anuales.
También se destinarán otros 325.000 millones de dólares que abarca al programa de protección de cheques de pago, que ofrece préstamos condonables a empresas que reúnen los requisitos.
En relación con la salud, destina 69.000 millones de dólares para la atención médica con pruebas y vacunas destinadas a la pandemia.
Se otorgan 82.000 millones de dólares para escuelas públicas, colegios y universidades, para educación de emergencia que manejan gobernadores y para escuelas nativas.
Se destinan 25.000 millones de dólares para asistencia de alquileres que serán distribuidos por los gobiernos estatales y locales para ayudar a las personas que se han atrasado en el pago de la renta y pueden estar enfrentando el desalojo.
Para el sector agropecuario, proporciona 26.000 millones de dólares para productores agrícolas y ganaderos más beneficios en los cupones de alimentos y fondos para los bancos de alimentos. Finalmente, aprueba unos 10.000 millones de dólares para la subvención global para el cuidado infantil a las familias.
En relación con los negocios bursátiles, hoy se produjo el debut de las acciones de Tesla dentro del índice S&P 500 que cayeron casi 5%.
La inclusión de Tesla en el indicador ampliado generó más de 90.000 millones de dólares en transacciones.
En Europa, toda la atención se centró en la nueva cepa que afecta al sudeste de Gran Bretaña y a otros países continentales y en las consecuencias que se pueden derivar de un Brexit sin acuerdo.
El aumento de las infecciones por coronavirus y las estrictas medidas de confinamiento y restricciones a la circulación de personas en medio de las fiestas navideñas, deprimió el ánimo de los inversores.
Sin embargo, la atención se derivó hacia el Brexit, el otro foco de preocupación.
El comercio entre la isla y el continente está paralizado. Cientos de camiones se encuentran en una larga fila en la costa inglesa, a la espera de la apertura del Eurotúnel que está cerrado, ahora, por razones sanitarias, pero los economistas temen que las relaciones entre Londres y Bruselas se encaminen hacia un callejón sin salida y hacia un conflicto largo.
Las discusiones en torno de la pesca en los caladeros del Mar del Norte es el principal escollo entre ambas partes, mientras que el otro punto de litigio sigue siendo la “equivalencia” de estándares (subsidios, transparencia fiscal, derechos laborales y ambientales) y la gobernanza del propio acuerdo para evitar que haya una divergencia en el futuro, más la aplicación de los controles migratorios.
En este contexto, el Euro Stoxx 50 bajó 2,7% y el FTSE 100 de Londres dejó 1,7%.
En Frankfurt, el DAX 30 se contrajo 2,8% y el CAC 40 de París cayó 2,4%.
En el Mediterráneo, el IBEX 35 de Madrid descendió 3,1% mientras que el MIB de Milán declinó 2,6%.