Familiares y amigos de Juan Cruz Ibáñez, el joven de 23 años oriundo de Murphy que fue asesinado en junio de 2018, convocaron para hoy a una movilización en la ciudad de Rosario. La concentración será frente a los Tribunales Provinciales, en calle Balcarce entre Pellegrini y Montevideo, a partir de las 9.30, horario en el que se llevará a cabo una audiencia, en la etapa final del juicio. El objetivo es solicitar una condena ejemplar para la persona indicada como el autor del crimen de Juan Cruz en su departamento de calle Zeballos al 2100.
Según contó en el programa “A pesar de todo” (LT29) el hermano de la víctima, Ignacio Ibáñez, se enteraron hace unos 20 días que se iba a llevar a cabo esta audiencia, que “es un poco la etapa de conclusión del juicio porque ya se han presentado todas las pruebas, tanto pericial, como documental y testimonial”, indicando que antes de fin de año debería haber ya una sentencia.
“Al tratarse de un juicio a un menor no podemos ser querellantes y por ello no podemos participar de la audiencia. De todos modos no pedíamos permitirnos no hacer ninguna acción, para que la jueza escuche nuestro reclamo, que es el de justicia, y exigir que se le de la pena más alta. Por eso vamos a estar frente a Tribunales mientras se desarrolle esta audiencia reclamando que al asesino de mi hermanito se lo juzgue como corresponde, con todo el rigor de la ley”, exclamó, considerando que ocho, diez o doce años “nos parece muy poco, porque lo que ha hecho es irreparable, y necesitamos que se lo juzgue del mismo modo que él lo hizo con Juan Cruz, haciendo que se vaya para siempre”.
Ignacio también contó que hace algunos meses atrás la familia pudo mantener un encuentro con la jueza a cargo de la causa, donde “le planteamos estos mismos reclamos”. Y señaló: “Entendemos que para un juez darle cadena perpetua a un menor es algo difícil, pero en este caso particular no hay ninguna arista que permita atenuar o disminuir al menos un día la pena a este muchacho, porque no hubo indicio alguno de relación entre ellos, sino que esta persona entró a la casa de mi hermanito, lo asesinó, lo hizo sufrir de más, le robó todo y se dio a la fuga. Por eso le pedimos que tenga la valentía y la profesionalidad suficiente para que aplique todo el rigor de la ley”.
Asimismo aseguró que “tenemos mucho miedo, la sensación de que se trata de una jueza más cercana al garantizmo que al legalismo, y por eso esta necesidad de estar nosotros empujando el carro para que se escuche la voz de la familia, porque no queremos encontrarnos en quince o veinte días con una pena de diez años y pensar que esta persona en poco tiempo va a volver a las calles”.
Apoyo político
Por otro lado, Ignacio Ibáñez, destacó el apoyo que vienen recibiendo de diferentes actores del arco político, principalmente del senador provincial por el departamento General López Lisandro Enrico, quien no sólo reclamó públicamente días atrás por una condena ejemplar para el autor del asesinato de Juan Cruz, sino también viene acompañándolos desde un principio tanto desde lo afectivo como de lo técnico. Lo mismo que el presidente comunal de Murphy Marcelo Camussoni. A su vez contó que una hora antes del acto del viernes vamos a tener una reunión con el gobernador de Santa Fe Miguel Lifschitz.
“Creemos que éste es un caso particular o por lo menos así lo sentimos nosotros, y por ello tenemos el apoyo de las autoridades políticas, quienes se hacen eco de lo que la gente dice, en especial de quienes conocían a Juan Cruz”, expresó. Y añadió: “Lisandro (Enrico), quien además de legislador es abogado, viene mostrando que es posible que se pueda aplicar la condena de prisión perpetua, incluso se reunió con el procurador general de los fiscales y con el fiscal que entiende en la causa, lo cual para nosotros es fundamental”.
Un dolor profundo
Sin poder evitar las lágrimas y la emoción, Ignacio expuso el difícil momento que vive la familia Ibáñez desde hace un año y medio, cuando asesinaron a Juan Cruz. “Uno siente que ya no concibe más ser feliz. Si bien en estos quince meses nos han pasado cosas buenas, a mí, a mi hermano (Martín), desde el punto de vista laboral o familiar, ya nada es suficiente, nada te alcanza. Es una situación muy rara, porque a veces te despertás pensando que es mentira, que era un sueño, una broma, y te encontrás con esta realidad. A veces buscamos alguna excusa para estar bien, pero terminamos caminando por una constante sombra, ya la luz no está más”. Y concluyó: “Afortunadamente estamos fuertes, seguimos adelante, ninguno, ni mis padres y hermano caímos en pozos depresivos, pero con un dolor que está presente todo el tiempo, porque no hay un segundo de mi vida que yo no lo tenga presente”.
Fuente: EL INFORME