En la historia escrita con manos de fuego,
hay un pueblo que alza su orgullo sincero.
En la Perla del Sur, donde late el sosiego,
nacen héroes de alma, sin miedo al sendero.
Son de Teodelina, corazón encendido,
guardianes del día, del humo y la noche.
Con valor y coraje, jamás detenidos,
dan todo de sí, sin buscar un derroche.
Su fuerza no grita, no exige ni duda,
se alza en silencio, en el acto más puro.
La disciplina es llama que siempre los cuida,
la dedicación, su motor más seguro.
Sirenas que rompen el alba dormida,
botas que corren, que salvan, que abrazan.
Una mano tendida, la vida ofrecida,
cuando todo oscurece, sus almas abrazan.
Hoy rendimos honor a su entrega constante,
a ese uniforme que el alma decora.
Bomberos del alma, de espíritu gigante,
su fuego es amor… que nunca se apaga.
FELIZ DIA PARA TODOS USTEDES!
Pablo Rambaud