Le plantearon a las autoridades del Ministerio de Obras Públicas de la Nación la necesidad de que se siga trabajando y tomando medidas de control en La Picasa para prevenir un nuevo crecimiento desmedido del mayor espejo de agua del sur santafesino. Además, estuvo presente en Vialidad Nacional pidiendo que se atienda la Ruta Nacional 33.
Durante más de una hora y media la comitiva santafesina se reunió con el Subsecretario de Obras Hidráulicas, Gustavo Villa Uría, y el Director Nacional de Políticas Hídricas y Coordinación Federal, Pablo Storani.
Al respecto, Enrico comentó: “Fuimos a Buenos Aires a raíz de la aparición de un fallo de un juez de Junín que ordena que no se realicen más obras en la zona de La Picasa y que evidentemente pone en peligro todo un sistema que necesita tener permanentemente obras en funcionamiento para evitar que, cuando haya fuertes lluvias, se vuelva a cortar la ruta. A su vez, reclamamos a las autoridades nacionales intervención ante el ingreso de agua proveniente de la provincia de Córdoba”.
“Cabe mencionar que el Gobierno Provincial asumió compromisos sobre esta problemática, con supuestas obras para detener la velocidad del agua que circula en Santa Fe y que no se estaría cumpliendo en algunos de sus reservorios. Por otro lado, el miércoles 16 de febrero se va a realizar un encuentro del Comité Interjurisdiccional donde se van a plantear algunos de estos pedidos, que son de caracter urgente para las localidades y productores del parte más austral del territorio santafesino”, concluyó el Senador.
> Ruta 7: dos años bajo agua
Si La Picasa vuelve a tener una sobrecarga de agua, además de poner en amenazas a los vecinos de las localidades limítrofes y generar pérdidas incalculables en el sector productivo por inundaciones de las zonas rurales cercanas; otro daño mayor que se genera tiene impacto directo en el tránsito de la ruta nacional 7, arteria que conecta el país desde Buenos Aires a Mendoza.
Haciendo referencia a esta problemática ya padecida, Lisandro Enrico advirtió: “Estamos pidiendo a Nación que intervenga en este asunto antes de que sea tarde. En 2019, después de que bajaran los registros pluviales en una seguidilla de meses consecutivos, se logró recuperar nuevamente el transito por la Ruta 7 que estuvo anegada por el desborde de la laguna entre Aaron Castellanos y Diego de Alvear durante más de dos años”.
“Se necesitan obras concretas y controles a los ingresos de agua provenientes de Córdoba. Las últimas lluvias en la zona de influencia y también en el territorio cordobés ya generaron un crecimiento considerable y alarmante de la laguna. Es ahora el momento de reaccionar por parte de las autoridades, junto al Comité de Cuenca de La Picasa estamos para trabajar en equipo y seguir de cerca la resolución de un problema que hace poco tiempo sucedió y esta vez podría volver a repetirse, con todas las consecuencias negativas que ello genera”, añadió el senador.
La Picasa es una laguna que pasó de ocupar 1400 hectáreas en 1985 a ser una enorme masa de agua con 40.000 hectáreas. Creció 28 veces en poco más de tres décadas.