Teodelina 2 de Junio 2021
Se tenga la edad que se tenga, seamos jóvenes o mayores, descubrimos que hay cosas que nunca hicimos. En mi caso, a los 32 años, confieso que es la primera vez que voy a hablar a la gente a través de algo escrito, siempre creí que hablar era mejor que escribir.
Y eso pasó porque siempre fui un convencido de hablar sin discursos preestablecidos, me había convencido que hacer eso era lo auténtico, lo espontáneo siempre era mejor y sincero.
Sin embargo, declararse ignorante es el mejor síntoma de sabiduría durante los últimos años-y con mi última carrera de oficial, aprendí que para llegar a las personas muchas veces hay que pensar una y otra vez todo lo que se quiere transmitir, para que las emociones no le ganen al mensaje.
Hoy es 2 de junio, y es el segundo año consecutivo que no podemos celebrarlo como realmente quisiéramos, por los motivos que todos conocemos: continúan las restricciones y seguimos aprendiendo y hablando de esta pandemia. Y hablamos y aprendemos porque creo fervientemente que vino a enseñarnos cosas que desconocíamos o peor, a recordarnos aquellas que dejamos de hacer.
Una de esas cosas es la relación con nuestros seres queridos. Sin ir más lejos, mientras escribía este discurso recordé el último cumpleaños de mi hija, en el que la temática fue la “Mujer Maravilla”. Sin embargo, ella quería que sea de “Súper héroes”, porque desde su inocencia, así somos los bomberos.
Cuesta hacerle entender que para mi los bomberos no somos superhéroes. Creo que somos todo lo contrario. Incluso yo cuando era chico y me preguntaban que era ser bombero, encontraba miles de respuestas, menos que eran héroes.
Me puse a pensar y descubrí que definía a los bomberos como un grupo de locos que quieren en realidad (en realidad queremos) darle una mano a la gente, sin importarnos tener la casa propia, o la pileta de fin de semana, o una cena en paz con nuestros hijos. Eso va a llegar, seguramente. Pero la prioridad fue, es y será ayudar.
Y no paramos ahí: vamos por más. Soñamos con la autobomba cero kilómetro, en el handy Motorola antiexplosivo, y hasta en el puesto de comando que se ve en las películas.
Pero como dije arriba, la pandemia vino a recordarnos-entre otras cosas , que la palabra de nuestros hijos es sagrada. Y para mi, la palabra de mi hija vale oro.
Me descubrí, entonces replanteándome y repensando en mi forma de definir a los bomberos.
Gracias a Dios, me di cuenta de que estaba equivocado, que los adultos muchas veces nos equivocamos y un ángel como mi hija- o como el hijo o hija de cualquiera de ustedes-, tiene razón: no me cabe la menor duda que si existen super héroes … esos son los bomberos.
Pero para llegar a ese concepto, no me conformé por lo dicho por mi hija; sino que me tomé el trabajo de investigar qué es un super héroes y saber si hay verdad en esa creencia popular.
Busqué, investigué y descubrí que a veces el ser más sencillo es el que más nos enseña: una frase de Chespirito, el creador e intérprete de los famosos personajes chavo y Chapulín Colorado me hizo ver las cosas de otra forma.
En una entrevista, le preguntaron que diferencia existía entre Batman, Superman, Robin y otros super héroes si los comparábamos con su famoso Chapulín Colorado.
Y él, con la claridad que nos otorga la sabiduría y la sencillez , contestó que “el único súper héroe real en todas esas listas ers el Chapulín Colorado”.; porque ninguno de los personajes que le habían mencionado, tal como Batman, Superman, etc.; era un ser débil. A todos les sobraban armas para defenderse y, por sobre todo, jamás pierden una batalla o un combate.
En cambio, el Chapulín Colorado es débil como cualquiera de nosotros, tiene miedo como lo tenemos nosotros, es torpe como cualquiera de nosotros … pero, al igual que nosotros… siempre está cuando lo llaman.
Y ahí entendí que no hay ilustración más clara que esa para definir a un súper héroe: el bombero cumple a la perfección con esa descripción: tenemos miedo, somos débiles, torpes muchas veces, con escasas herramientas, sin vacunas porque el gobierno de científicos siguen queriendo engañarnos diciendo que “ya llegan”, pero sin embargo, el bombero va a estar siempre cuando lo llamen.
Siempre vamos a estar. Siempre.
Hoy no hay nada para celebrar. Es el día para recordar a todos aquellos seres humanos como nosotros que año a año hicieron, trabajaron y evolucionaron de manera voluntaria para el bienestar de sus semejantes. Y siempre basándose en su voluntad, porque para eso somos bomberos “voluntarios”.
Además, hoy debe considerarse un día de luto como forma de respetar a todos esos bomberos que ya no están físicamente porque perdieron su vida prestando servicio, combatiendo el fuego. Y también por aquellos que murieron a causa del Covid19.
Porque también tenemos que hablar de eso: para muchos bomberos la vacuna nunca llegó, y por eso no pudo ser aplicada.
Pero nos piden que sigamos esperando: eso nos pide “este gobierno de científicos” tal como ellos mismos se autodenominan, cayendo en un lugar del que no se vuelve: del ridículo, del no tener vergüenza ajena.
Pero no importa, aún nos queda el trofeo más grande que supimos conseguir y que nadie, ningún gobierno, ni ningún virus va a quitarnos el de ser súper héroes. Al menos, para nuestros hijos, para nuestras familias … Para nosotros mismos.
Y ese es el premio más grande al que un ser humano pueda aspirar.
En nombre del cuerpo activo y comisión directiva queremos decir
MUCHAS GRACIAS AL PUEBLO DE TEODELINA POR ESTAR SIEMPRE CON NOSOTROS.
Leonel Mena
Oficial Principal
Jefe del Cuerpo Activo