Los trabajadores demandaban la reducción de la jornada laboral a 8 horas
, ya que solían trabajar hasta 16 horas diarias. Ante la presión de los paros el presidente de Estados Unidos, Andrew Johnson, promulgó una ley que establecía las 8 horas de trabajo diario.

𝐋𝐀𝐒 𝐋𝐔𝐂𝐇𝐀𝐒 𝐃𝐄𝐋 𝐏𝐀𝐒𝐀𝐃𝐎 𝐒𝐎𝐍 𝐀𝐇𝐎𝐑𝐀 𝐄𝐋 𝐆𝐎𝐂𝐄 𝐃𝐄 𝐋𝐎𝐒 𝐃𝐄𝐑𝐄𝐂𝐇𝐎𝐒 𝐐𝐔𝐄 𝐃𝐄𝐁𝐄𝐌𝐎𝐒 𝐏𝐑𝐎𝐓𝐄𝐆𝐄𝐑.
