
Este tipo de luminarias aporta mejor visibilidad, más claridad y -a su vez-, son energéticamente eficientes porque irradian muy poco calor, requiriendo mucha menos energía para emitir la misma cantidad de luz respecto a sus equivalentes convencionales.
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Entendemos que la luz es esencial para el desarrollo social y económico de la población, y que que cuando se usa de manera eficiente y racional, el alumbrado público favorece a la comunidad de muchas maneras, como el turismo, el comercio y la seguridad, garantizando buenas condiciones de iluminación para el tránsito de peatones y vehículos.